CUADRO DE CONJUGACIONES BASICAS

Ejercicio de escritura. Cuento, Narracion, diálogo. Por Rebecca (15 años) estudiante intermedia/avanzada

LOS CERDOS Y LA PISCINA
-Rebecca Starble-
Muchos años atrás, eran tres cerdos inteligentes.  Los vecinos de los cerdos tenían una piscina muy grande.  El agua en la piscina era muy limpia.  Un día, los cerdos decidieron ir en la piscina sin el permiso de los vecinos.  Los vecinos nunca permitían nadie en la piscina porque tenían miedo que otras personas rompieron la piscina.  Los cerdos iban a la piscina cuando los vecinos salían de la casa.  Los cerdos estaban nerviosos y emocionados.
A la 1:15, nadaban en la piscina.  Estuvieron muy divertidos.  Jugaban muchos juegos.  Quedaban en la piscina por cuatro horas.  De repente, lo vecinos regresaron a su casa.  Los cerdos estuvieron muy nerviosos.  Olvidaron que los vecinos regresarían.  Los cerdos salieron de la casa rápidamente.  Fueron a su casa, y afortunadamente, los vecinos no les vieron.  Ellos estuvieron aliviados.
El día siguiente, los cerdos recibieron una llamada telefónica de los vecinos.  Los vecinos les hablaron que hay un video de los cerdos en su piscina.  Los vecinos se enojaron con los cerdos.  Los vecinos dijeron que si los cerdos fueran en la piscina otra vez, ellos llamarían a la policía.  Los cerdos estuvieron tristes.  Ellos se disculparon a los vecinos.  Dijeron que ellos nunca nadarían en la piscina sin permiso otra vez.
Tres semanas después de los cerdos fueron en la piscina, los vecinos estuvieron de vacaciones.  De repente, tuvieron una idea.  Si los vecinos estuvieron de vacaciones, ellos nadarían en la piscina.
Luego, los cerdos anduvieron sus bicicletas a la casa de sus vecinos.  No había un carro en el camino de entrada.  Ellos fueron a la piscina detrás de la casa.  ¡Con gran sorpresa por su parte, había una cerda muy, muy, bonita en la piscina!  Los tres cerdos se enamoraros inmediatamente.   La cerda salió la piscina y se secó el pelo.
-Hola, chicos- la cerda dijo.
-Hola, bebé- el menor cerdo dijo- ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Rosa.  Soy la hija de tus vecinos.  Ellos son mis padres.  Voy a la universidad por el año, pero en el verano vengo a la casa de mis padres.  Ahora, mis padres están en los Bahamas en un barco muy grande.  Quise ir, pero mis padres quisieron ir solos.  ¿Cómo se llaman?- Rosa preguntó.
-Me llamo José, y mis hermanos se llaman Carlos y Juán- José contestó.
-¿Quieren nadar conmigo?- dijo Rosa.
-Sí, queremos nadar contigo.  Tu piscina es muy fantástica- dijo Carlos.
-Sí, oí  que ustedes nadaron en la piscina de mis padres sin permiso.  Se enojaron- dijo Rosa.
-Sí, sabemos- dijo Juán.
-¿Por qué vienen a mi asa hoy? ¿Van a nadar sin permiso otra vez?- preguntó Rosa.
-N-n-n-n-o, nosotros, uh, quisimos, uhh…-José estaba nervioso.
-Hmmm, mis padres se enojarían si supieron que ustedes nadarían en su piscina otra vez, pero les doy permiso para nadar conmigo porque soy solitaria- dijo Rosa.
-¡Gracias!- dijeron los tres cerdos.  Todo día, los cuatro cerdos nadaron en la piscina.  Tuvieron mucha diversión.  Nadaron por ocho horas.  Fueron las ocho y media, y los tres cerdos decidieron volver a su casa.
-Adiós, Rosa.  El día fue fantástico- dijo Carlos.
-Adiós, Carlos, Juán, y José- dijo Rosa- ¡Hasta luego!
Los tres cerdos volvieron a su casa y comieron una cena muy grande.
Al día siguiente, los cerdos quisieron visitar a Rosa otra vez.  A las 9:30 de la mañana, salieron de su casa y  anduvieron sus bicicletas a la casa de Rosa.  Ellos golpetearon a la puerta.
-¡Toc, toc toc!- dijo Carlos- ¿Hay alguien aquí?  Pero nadie contestó.
-¿Dónde está Rosa?- José preguntó a Juán.
-No sé.  Deseo que ella venga a su casa pronto- dijo Juán.
-Yo también.
Los cerdos esperaron por cinco minutos y nadie vino.  Ellos decidieron irse.  De repente, Rosa llegó.
-¡Hola, chicos!  ¿Decidieron venir a mi casa hoy?- dijo Rosa.
-Sí, ¿es okay?- preguntó Carlos.
-Sí, es okay.  ¿Quieron ir a la piscina?- dijo Rosa.  Pero empezó a llover.
-Aww, está lloviendo.  Ahora no podemos nadar en la piscina- José estuvo triste, y los otros cerdos estuvieron tristes también.
-¡Tengo una buena idea!- dijo Rosa- ¿Quieren bailar en la lluvia y saltar en el lodo?
-¡Sí!- los tres cerdos exclamaron.  Entonces, los cuatro cerdos fueron afuera y bailaron y la lluvia y saltaron en el lodo.  Quedaron afuera por tres horas y tuvieron mucha diversión.  Cuando terminaron, los cerdos fueron a la casa de Rosa.  Pero olvidaron de limpiarse, y estuvieron muy sucios.  Caminaron en la casa, y había lodo en todas partes.
-O no- dijo Rosa –creo que mis padres se enojarían si supieran que nosotros pusimos lodo en la casa.
-Quizás tienes razón.  ¿Debemos limpiar el lodo? –preguntó Juán.
-Luego.  Ahora, tengo que mostrarles algo –dijo Rosa –es una sorpresa.
-¡Okay! –los tres cerdos exclamaron.
-Vámonos a mi habitación –dijo Rosa.  Los cuatro cerdos fueron a la habitación de Rosa.  Su habitación estaba muy sucia.  Tenía libros por todo el piso.
-¡Necesitamos limpiar tu habitación, Rosa!  ¡Vaya lío! –exclamó Carlos.
-Sí, yo sé.  Ahora, les mostraré mi armario.  ¡Tiene mucha, mucha, comida! –dijo Rosa.  Los tres cerdos vieron en el armario.
-¡Dios mío! ¡Hay mucha comida! –exclamó José.
¿Podemos comer la comida?  Tengo hambre –dijo Carlos.
-¡Sí! –dijo Rosa.  Los cuatro cerdos comieron toda la comida en diez minutos.
-Uy.  Estoy enfermo.  Comí demasiada comida –dijo Juán.
-Yo también –dijeron Rosa, José, y Carlos.  De repente, los vecinos regresaron a la casa.
-¡O no! ¡Mis padres están aquí!  No limpiamos la casa –dijo Rosa.  Los vecinos caminaron por la casa.
-¡AHHHHHH! –gritó la madre de Rosa -¡La casa está desastrosa! ¡ROSA!  ¿Qué hiciste?
-Lo siento, madre, mis amigos y yo fuimos afuera y bailamos en el lodo.  Olvidamos de limpiarnos –dijo Rosa.
-¿Dónde están tus amigos ahora? –dijo el vecino.
-Están en mi habitación –contesto Rosa -¡Chicos! ¡Vengan aquí! –Los cerdos estuvieron nerviosos.
-Hola –dijeron los cerdos a los vecinos.
-¡ROSA!  ¿LOS TRES CERDOS SON TUS AMIGOS?  ¡No me gustan a ellos!  ¡Nadaron en la piscina sin permiso! –gritó la madre.
-Mamá, los cerdos son simpáticos.  Solamente quisieron nadar en la piscina porque es bonita.  ¡No te enojes! –dijo Rosa.
-Lo siento, la madre de Rosa, pero nos gusta Rosa y ella es nuestra amiga –dijo Carlos.  De repente, los vecinos llamaron a la policía.
-Hola.  Estoy llamando porque hay tres cerdos en mi casa y nadaron en mi piscina sin permiso cuando mi esposo y yo fuimos a vacaciones –dijo la madre de Rosa.
-Por favor, señora, ¡no queremos ir a la cárcel! –dijo José.  Súbitamente, la policía vino a la casa.
-Señora,  ¿a quienes debo llevar a la cárcel? –dijo el primero guardia.
-Estos cerdos aquí.
-Okay.  Cerdos, quedan detenidos por entrar sin autorización –dijo la segunda guardia.  Puso esposas por los manos de los cerdos.
-¡Nooo! –dijeron los tres cerdos.
-Adiós, cerdos.  Lo siento.  Les visitaré en la cárcel –dijo Rosa.
Los tres cerdos fueron a la cárcel.  Ahora, son cerdos tristes.

FIN